Cómo amarnos para comer sano
Sabemos que comiendo alimentos naturales y haciendo ejercicio adelgazamos y mejoramos nuestra salud. También conocemos que 80% de las enfermedades no transmisibles como obesidad, sobrepeso, diabetes, enfermedades del corazón como aterosclerosis, colesterol, hipertensión y algunos cánceres, se pueden prevenir gracias a una alimentación sana y a un estilo de vida saludable. La duda es ¿por qué no lo hacemos?
Señales del desamor
Con frecuencia hemos aprendido que el entorno es más importante que nosotros. Por ejemplo, de pequeños algún día bailamos y nos divertimos muchísimo pero a la mejor a papá o mamá le pareció que hicimos el ridículo, entonces nos aconsejaron “no hacerlo por nuestro bien”, que tuviéramos cuidado con lo que pueden pensar y decir los demás. Por lo tanto la interpretación que hacemos con el paso de los años es aceptar que el ambiente es más importante que nosotros. Con el tiempo vamos perdiendo la motivación y las ganas de hacer cosas por nosotros, nuestra autoestima empieza a devaluarse por lo que el amor y el cuidado hacia nosotros termina por desaparecer. Mantener en alto nuestros deseos se complica, retener la motivación para adelgazar y conservar la salud se torna difícil de preservar.
Para algunos nos parece más sencillo hacer cosas por los demás que por nosotros. Fácilmente nos inclinamos para apoyar a otros a perseguir sus sueños y deseos pero nos mostramos incapaces de asumir los nuestros. Por ejemplo, preferimos apoyar a una amiga a vender su libro de cocina que le ayudará a recaudar fondos para su cirugía, que encontrar el tiempo y la motivación para trabajar. Mágicamente tenemos el tiempo y el espacio para los demás pero no para hacer ni vender las galletas que tanto nos gusta hornear, posiblemente creemos que lo nuestro no es tan importante como el caso de la amiga que necesita la cirugía.
Sorpresivamente tenemos el tiempo, el espacio y el dinero para ayudarle a un hijo pero cómo nos cuesta dedicarnos atención a nosotros, tenemos el tiempo para ver la televisión pero no para hacer ejercicio, tenemos el tiempo para trabajar pero no para descansar. Simplemente creemos que no somos lo suficientemente importantes para merecer atención y cuidado, por lo que no debe asombrarnos la falta de interés y de voluntad para cuidar nuestra alimentación, para cultivar un estilo de vida equilibrado y saludable y para tener tiempo de hacer ejercicio.
¿Qué es amarnos?
Amarnos es admitir que somos valiosos, es aceptar que somos prioridad. Es reconocer que somos importantes para voltear a vernos y concedernos la atención necesaria ahora mismo. Amarnos es cubrir nuestras necesidades de la mejor manera posible, es permitirnos el derecho a ser felices, es saber que nuestra felicidad depende de nosotros mismos, de lo que pensamos y creemos, de cómo nos sentimos y de cómo nos encontramos con nosotros mismos.
Amarnos es aceptarnos tal y como somos, es admitirnos con nuestra parte negativa y positiva, es darnos el derecho de ser humanos, de ser imperfectos, de ser como somos ahora mismo, de aceptar nuestras cualidades y debilidades. Como dice el dicho, “Lo que resistes, persiste”. Si nos resistimos a admitir lo negativo persistirá. La auto-aceptación es determinante para lograr un mayor bienestar en todos los sentidos, en especial para cambiar y mejorar.
Amarnos es sentir nuestros miedos y aún así dar pasos hacia delante, es concedernos el derecho de dar el primer paso aunque no nos lleve a donde queremos ir pero nos saca de donde estamos. Amarnos es dejar que nuestro corazón sea quien dirija nuestra vida, no nuestro ego. El ego no es quien verdaderamente somos, es nuestra propia imagen, es nuestra máscara social, es a quien le gusta ser aprobado, tener el poder y el control. El ego vive en el temor, el alma en el amor.
Amarnos es dejar de criticarnos y de enjuiciarnos, la crítica nos impide prosperar, vivir nuestra vida desde nuestro corazón; el juicio nos aterroriza y paraliza, sin permitirnos dar pasos hacia adelante. En cambio el amor nos invita a ser la mejor versión de uno mismo, lo cual se construye día a día poniendo un ladrillo a la vez. Para construir necesitamos primero saber ¿qué queremos? La mayoría no sabe lo que quiere ni por qué lo quiere, por eso es complicado obtener resultados. Otros saben lo que quieren y tienen que hacer para conseguir su sueño pero no lo hacen, algo los detiene, absurdo ¿No crees? Si analizamos los argumentos y respuestas de las personas que no consiguen sus metas, observaremos que su motivo principal es porque no creen que “sus sueños” sean lo suficientemente significativos para convertirlos en realidad.
Anhelamos hacer realidad nuestros sueños, sin embargo para ello necesitamos una transformación interior, comenzando por creer en nosotros mismos. Observo que las personas que no adelgazan es porque no creen que lo pueden hacer, quieren hacerlo pero aún no saben cómo; y no lo saben porque aún dudan de sí mismos, dicen que intentarán pero esa forma de pensar tampoco les ayuda. En cambio, las personas que adelgazan, admiten su poder, aseguran que lo harán y al hacerlo se demuestran que “sí pueden”; son personas que confían en sí mismas, tienen fe en lograr lo que se proponen. Si crees en ti, seguro sabrás que todas las posibilidades están a tu alcance y sin duda perseguirás tu sueño hasta conquistarlo.
¿Cómo amarnos?
Nos han enseñado a otorgarles nuestro poder a los doctores y dietistas; a que los demás resuelvan nuestros problemas, a buscar el cuerpo perfecto en una cirugía plástica, a adelgazar con una pastilla para “quemar grasa”, creyendo que si mejoramos nuestra figura seremos felices. Nos han señalado que la felicidad viene de afuera, que alguien o algo nos la va a proporcionar, que de lo externo obtendremos satisfacción personal. Nos han hecho creer que la solución está afuera, que una dieta o un régimen alimenticio solucionará nuestro problema. La alimentación no es el problema, es el reflejo del problema. La solución está en nosotros mismos, debemos ser protagonistas de nuestro propio destino sin esperar que los demás hagan lo que nosotros debemos hacer. Debemos tomar la decisión de hacernos responsables de nuestra propia salud, nadie mas lo podrá hacer por nosotros.
Me amo cuando soy lo que planee que quería ser, cuando constantemente estoy en pos de mis sueños, cuando amo a mi prójimo como a mí mismo, no en lugar de a mí mismo. Me amo cuando tomo la decisión de elegir la mejor opción entre las disponibles, cuando busco mi bienestar, sin dañarme ni auto-sabotearme, cuando realizo sin justificaciones las acciones necesarias y soluciono cualquier dificultad. Me amo cuando estoy en paz, cuando mi mente, mi cuerpo y mi ánimo están en equilibrio, principalmente cuando me respeto y me cuido a través de mi alimentación y de mi estilo de vida.
En conclusión
El desamor es la falta de afecto y de atención hacia uno mismo. Es descuidarse, ignorarse y desvalorarse. El amor a uno mismo nos lleva a sentir el valor de hacernos responsables de nuestra propia vida y salud. Amarnos es tomar el poder de crear la vida que aspiramos. ¡Creer es crear!







